viernes, 14 de junio de 2013

Relato breve: el sexo por sobre todas las cosas

Nadie entendía, de verdad no se entendía como ella perseguía sus sueños, de por si ya rotos y ultrajados.
No se entendía como después de tanto golpe y agravio, ella seguía, persistía en su idea de que encontraría el tipo que iba a amarla sin romper un plato (porque claro, amar y romper platos iban de la mano, pero ella no lo creía así).
Siguió llevando golpes, la engañaban de las maneras más insólitas, pero ella era persistente, tenía citas en restaurantes y seguidamente en su cama o en otras camas, al siguiente día ya no aparecían culpables, huían y/o desaparecían, ella nunca presumía, solo asentaba y continuaba, era un circulo como tal, los círculos no paran, no tienen alcabalas, los círculos solo continúan, sin caducidad.
Un día se cansó de ser así y de que los tipos con quienes salía fueran todos iguales, entonces en resumen, prefirió no esperar nada, huir ella sin tener esperanza alguna. Y nada cambió, todo continuaba igual solo que para sus archivos, era ella quien no volvía (aunque sintiera que era peor, no la volvían a buscar y empezó a dudar de su sexo y de sus virtudes sexuales)
Una tarde mientras compraba comida, conoció a un tipo de esos que no le gustaban físicamente, pero que en esa breve conversión le dejó una inquietud abrumante, acto seguido intercambiaron números porque casualmente luego de que él dijera que era de profesión informático, a ella se le daño la computadora.
Luego de revisar la computadora (que no tenía nada) y de no cobrar ese servicio, él se interesó por ella, con preguntas clásicas abrió el camino, él creyó que sería duradero, eso pensó.
Se conocieron mucho más y concertaron una cita, comieron y se fueron a acostar juntos, eso pensaba ella.
No fue así, luego de llevarla a su casa, él se fue. Era demasiado buen pendejo como para acostarse con ella tan rápido, ella por el contrario sentía que vivía el final de su carrera sexual, idealizo que ya ni provocaba un polvo rápido y violento; se acostó mal humorada y aterrorizada. Al día siguiente al despertar, su sorpresa fue mayúscula al leer un mensaje de buenos días de parte de él, una cosa sospechosa dadas las causas anteriores. No le quedo de otra más que seguir lo que ella suponía era un juego.
Se vieron unas cuantas veces más sin llegar a la cama, ella se sentía un volcán a punto de destruir una ciudad, la ciudad era él, había despertado tantas ganas que ella solo pensaba en sexo y parecía que él era impotente o había sido castrado por alguna ex novia, no daba síntomas de desearla, era una estatua.
Estaba por tirar la toalla, prefería quedarse la vida pensando que pudo pasar, que aguantando tantas ganas. Hasta que él la invitó a bailar, esa fue la señal de que esa noche luego de todo, habrían gritos y gemidos de placer o en el peor de los casos decepción por esperar tanto y quedar insatisfecha.
En el local bailaron de todo, ella se le pegaba lo más posible para tratar de sentir algo que la relajara, bebieron, se desearon, se besaron y se fueron; llegaron al apartamento de ella, entraron y poco a poco con más ganas que conciencia se desnudaron paso a paso, recorrieron cada uno el cuerpo del otro sin dejar zonas en reclamación, tuvieron sexo, tiraron, fornicaron (el adjetivo que más te guste) hasta el éxtasis más agudo de todos, ella primero un par de veces, hasta que él luego de dar todo en batalla, cayó rendido en su sexo, en una apoteósica pero libertina manera de darse placer, el boom, el auge de los sentidos.
Han pasado días y luego de aquella noche memorable, no se han escrito. Él espera de ella mucho más y se ha pasado varias noches pensando y sacando conclusiones insólitas. Él la espera, él la busca, él la necesita; pero ella ha tomado la decisión mucho antes de que él llegara, no va a regresar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente, un final que no se esperaba, consecuencias y deseos que no pasaran, insatisfacción es lo que faltaba y justo esta aquí un relato breve, muy bien.

Unknown dijo...

De verdad fue un relato breve :( ¡pobrecito!

Jesalej dijo...

Un poco de realidad para cambiar la tonica. Me imaginé varios finales, pero ese fue el que quedó.