lunes, 14 de octubre de 2013

Te Extraño II

Te extraño y no ha de ser porque me he ido o tu has regresado a tu vida.
Te extraño porque no vives en la mía, porque no vivo tu día a día y porque no somos lo que deberíamos ser, juntos, no siempre, pero casi si. 
Te extraño porque recuerdo tu cuerpo de manera fugaz y eso no hace más que causarme agobio y un desenfreno sin reparación latente. 
Te extraño porque sin ti duermo solo, y dormir contigo es una manera de tocar auroras boreales, de vivir en colores que normalmente no vivo.