miércoles, 17 de abril de 2013

Poema Causal

Con que dulce mirada me has estado mirando una que otra madrugada, dándome luces de lo que ha podido ser si yo te mirara.
Mi somnolencia no es tu efecto a día de hoy, pero causarías el efecto contrario sin tan solo... si tan solo tuviéramos un día para dos.
No has de ser la brisa matutina ni el atardecer anaranjado, solo podrías serlo si te dejas el desgano, el miedo a dejarte descifrar.
Y tan solo si me vuelves a mirar, de esa manera tuya, yo caería de par en par negando lo innegable de querer amar, continuar el camino del enredo, del tormento y desenfreno.
No quiero tus besos como engaños, los quiero para cuando me provoque besar, no es siempre, pero me gustan de verdad.
Si entonces no ocurre nada como una opción que es, me llevaré siempre tu mirada, que iluminaba cuanta sala fue testigo de tu manera de mirar.
Ya ves como cambia todo, pase a hablar en pasado, probablemente he querido ser desahuciado y no pelear más.