Ese "no escribas sobre mi" fue una orden en todo el sentido de la palabra, orden que nunca pretendí acatar.
Entonces escribí sobre ella, más que sobre los dos o quizás cuando ella estaba sobre mi.
Escribí que una orden no es algo que se deba acatar porque si y menos porque se tenga complejo de reina, reina de Taj Mahal.
Escribí porque me molestaban sus cuentos, sobre los cuerpos que luego de mi, ella iba alcanzando, seduciendo y consumiendo.
Escribí sobre ella y no sobre mi, porque yo soy el que escribe y ya me conozco bastante como para auto-degradarme...
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